Este día no quiso dormirse sin antes tomar una chocolatada. caliente. Salió por el túnel de la cueva, llegó al momento exterior y el espacio era arena. Más alla, el mar. Oh no! (el personaje es oriundo de alabama, sepan disculpar).
Entró por el túnel de la cueva, echó otro pedazo al fuego. Lo miró. Chocolates. ¡Santos chocolates calientes! dijo de pronto (el personaje era el mismísimo señor de pantaletas, comprenda) Se vé que la idea le funcionó bastante bien, porque cuando salió por el túnel de la cueva, se encontró en una habitación rojoalfombrada con una mesita negra en el centro. Una habitación muy muy grande y muy muy acogedora. Rodeando la mesita tres sillones. Verdes. Sobre ella una taza humeando el sabor azteca.
Se sentó. Tomó chocolatada. caliente. chocolatada de humo le llegó a la garganta, tapizando los sentidos. Qué bien. Pensaba el niño. Entonces sobre el sillón adyacente hubo un barco pequeñísimo. Lo mira. Y del barco salen unas personitas. Pequeñas personitas hechas de tiempo. y hechas de sigos mismos. eran también elementos de la voluntad.
Las miró, las vio verse en el lugar nuevo, todos gritaban fuerte que qué bien, y festejaban levantando los brazos. Sobre la mesa crecían ahora pequeños rostros de mujeres. hermosas mujeres. hechas de tiempo. brotaban y cuando uno las besaba ellas surgían, emergían, eran. Son. Qué bien, pensaba el joven. Entonces sobre el sillón opuesto una niña mira la mesa, sobre la que cuelga un pedazo de estrella. Cuando lo toca se hace violeta y el humo de mi chocolate la envuelve. Es un humo violeta y los hombres y las mujeres ahora hacen el amor.
es hermoso el cometario q me hiciste
ResponderEliminarno lo vi, recien hoy pude recordar
la contraseña y el mail para entrar al blog jaja
por muuuuyyy buena suerte (por llamarlo asi y no dar una explicacion mas extensa)
te veo el sabado,
y repito esos momento que tanto me gustan
es como volver a sentir esos colores que vos
nombraste en el comentario
violetas, rojos, y muchos mas ya veras!
te quiero (Betiana, tu prima)