
Este dìa no hubo gana.
Las ganas evaporadas.
Tan sólo presente el modo otro. El sin ganas.
Pero sin ganas nadie hace nada.
Este día nadie hizo. Y al día siguiente todas las cosas perdieron el sentido.
Nadie podìa recordar el silencio del alma, y todas como locas gritaban què querìan.
Este día hubo saber de quereres. Todos sabían que querían.
Y el mundo tuvo otro color. Por ejemplo, el señor que paseaba perros se fue a vivir junto a una manada de lobos; los niños todos inflaron globos con helio y volaron sobre los continentes; las jovencitas corrieron con los jovencitos, de la mano; los señores de sombrero bailaron tap y los artistas jugaron rol; las farmacéuticas fueron a recoger hierbas a los bosques, descalzas y desnudas se bañaron bajo las cascadas del mundo; los payasos tomaron un barco a la luna; los biòlogos nadaron con las ballenas; las embarazadas tuvieron bebés (que es lo que hacen las embarazadas); y así.
Hay que destacar que estos días son desmesuradamente libres y felices y que toda idea que condenaba al libre-kine-tinaje quedó por completo desplazada del modo correcto de concebir el modo correcto de existir.
Y.T.
julio 2009
..."toda idea que condenaba al libre-kine-tinaje quedó por completo desplazada del modo correcto de concebir el modo correcto de existir"...
ResponderEliminarDivino y, como diría Dalí,
"COSMOGÓNICO"
Saludos